En un mundo que vive en constantes transformaciones, aceleradas por la era de la información, por los cambios en las relaciones sociales y de consumo, el concepto de liderazgo también está siendo revisado. Si, antes, un buen líder era aquel que sabía imponer jerarquías, centralizar informaciones, omitir dificultades o fallas y tomar decisiones solo, dictando todos los métodos y procesos de trabajo, hoy el éxito de una empresa u organización depende de otra práctica de liderazgo. La autocracia dio lugar a la cooperación y la responsabilidad mutua en el ambiente corporativo, en una nueva forma de gestión de los recursos humanos: el liderazgo compartido.
El liderazgo compartido permite que todos los colaboradores tengan autonomía para administrar proyectos, realizar tareas y conducir decisiones. En este modelo, todos son líderes de sí mismos. Con ello, los procesos de trabajo se vuelven más ricos e innovadores, pues pueden contar con la visión de un equipo con formaciones diferentes y complementarias. Por su parte, los miembros de estos equipos se sienten valorizados, después de todo, es una forma de la empresa mostrar que confía en sus trabajos. En este escenario, ellos asumen sus tareas con placer y motivación, lo que implica en más productividad y mejoras en los resultados alcanzados en equipo.
Tal cambio en el estándar de liderazgo no es simple y requiere actitudes de todos los lados involucrados en este proceso. Es necesario considerar también que, cuando las decisiones se toman en conjunto, las responsabilidades sobre ellas también necesitan ser compartidas. Así, el cargo del liderazgo no recae sólo bajo los gestores, ya que todo el equipo es responsable de las consecuencias.
Sin embargo, corresponde a los empresarios y dirigentes conducir e implantar estos cambios. Y es a partir de este escenario innovador que Kemin opera actualmente, en todas las regiones del mundo donde tiene presencia. El liderazgo compartido y colaborativo ya es una cultura practicada en nuestra empresa, y hacemos de ella un compromiso para con nuestros colaboradores. A través del programa "Servant Leadership", Kemin estimula los principios fundamentales del liderazgo en el siglo XXI, que incluye el respeto, la apreciación, la competencia, el empoderamiento, el pionerismo, la innovación y la confianza mutua. Estos valores ya forman parte de nuestra esencia.