¿Por qué es importante controlar la oxidación?
La oxidación de aceites y grasas es un proceso irreversible y ocurre cuando la fracción lipídica reacciona con el oxígeno, lo que resulta en una conversión de ácidos grasos en subproductos nocivos, incluidos peróxidos y compuestos volátiles, estos últimos dando lugar a un olor rancio. La oxidación afecta drásticamente la calidad de los aceites y grasas, lo que ha demostrado un impacto directo en la salud y desempeño de los animales, afectando negativamente el resultado financiero del negocio.
- Los procesos oxidativos pueden tener consecuencias, como:
- Menor aceptación de los alimentos por los animales;
- Reducción de la calidad nutricional de las raciones;
- Formación de compuestos tóxicos;
- Modificaciones estructurales en lípidos y proteínas;
- Formación de compuestos olorosos de bajo peso molecular;
- Pérdidas económicas.
Factores que originan procesos oxidativos
Acción del oxígeno;
Factores químicos (pro-oxidantes);
- Grasas y ácidos grasos libres (principalmente insaturados).
- Metales (hierro, cobre, manganeso).
- Compuestos reducidos o en menor estado de oxidación.
Factores ambientales;
- Incidencia de luz – fotocatálisis.
- Temperatura y diferenciales de temperatura.
Antioxidantes son sustancias que preservan los alimentos del deterioro y rancificación, retrasando reacciones oxidativas.
Teoría de la Paradoja Polar³
Según la “teoría de la paradoja polar”, antioxidantes hidrofílicos, que tienen más afinidad por el agua, son más efectivos en medios no polares, mientras que los compuestos lipofílicos, que tienen mayor afinidad y son solubles en lípidos, son mejores antioxidantes en medios polares.
Antioxidantes no polares, como BHT, se disuelven en la fase lipídica.
Antioxidantes polares, como Propil Galato se reparten en la superficie, donde están más en contacto con el oxígeno.